Minerales en Nuestro Organismo

¿Qué minerales tenemos en nuestro organismo?

Los minerales no son sólo componentes de la estructura de nuestros huesos y tejidos, también forman parte de las enzimas que regulan la química del organismo.

La vitamina B, que contribuye a conformar la estructura de tantas enzimas, no es tan eficaz sin el magnesio o zinc, que también son necesarios para muchas de las mismas enzimas, los minerales son necesarios para que el corazón lata, los glóbulos rojos transporten el oxígeno y las enzimas protejan a los tejidos y desintoxiquen de contaminantes.

Los minerales son factores esenciales en la nutrición humana; son los constituyentes de huesos, dientes, tejidos blandos, músculos, sangre y células nerviosas. Actúan como catalizadores de muchas reacciones dentro del cuerpo, y son importantes en la producción de hormonas.

Los principales minerales

El Boro (B)

El boro es un oligoelemento que recientemente se ha descubierto que influye en el metabolismo de los nutrientes implicados en el mantenimiento de unos huesos fuertes y con un posible papel en la regulación hormonal.

El Calcio (Ca)

Por la cantidad presente en nuestro organismo, es el quinto elemento. Su función es estructural ya que se encuentra en un 99% bajo forma de fosfato en el tejido óseo.

Se encuentra también en el líquido extracelular y, en menor cantidad, en el citoplasma de las células. El Calcio es esencial para el desarrollo y la vida de todo el organismo. En efecto, desarrolla muchas funciones fundamentales para el metabolismo y para las principales funciones fisiológicas del cuerpo.

Sirve para la funcionalidad y la integridad de los nervios y de los músculos, donde su principal influencia se de sarrolla sobre la excitabilidad y sobre la liberación de los neurotransmisores. Es necesario para la contracción muscular cardiaca y para su funcionalidad.

Media las acciones intracelulares de muchas enzimas y hormonas sirve para la integridad de las membranas celulares y para la coagulación de la sangre. Para ejercer su acción fisiológica el Ca tiene que estar a disposición de los tejidos apropiados y con la concentración adecuada.

El organismo ha desarrollado sistemas de control para mantener constantes las concentraciones plasmáticas de Ca. Hay un control en el punto de ingreso del calcio mediante la absorción intestinal, y uno a la salida con la secreción renal.

La dosis diaria de calcio que tomamos varía entre los 200 y los 2500 mg. Se encuentra principalmente en la leche y sus derivados (quesos). Otras fuentes son los huevos, la pasta al huevo, algunos vegetales como espinacas, acelga, repollo, judías blancas y fruta como naranjas, mandarinas y pomelos.

La dosis diaria aconsejada de estos minerales para un hombre adulto que pesa 70 Kg es de 800 mg (aportes dietéticos diarios aconsejados por la Food and Nutrition Board Research Council)

Minerales para recordar:

El calcio es el mineral más abundante del cuerpo. Su función principal es la de ayudar a la construcción y mantenimiento de huesos y dientes, haciéndolo en colaboración con el fósforo.

Además el calcio interviene en el proceso de coagulación sanguínea y en el control del paso de fluidos a través de las células. También está ligado al correcto funcionamiento del corazón y sistema neuromuscular. La vitamina D es un importante factor en la absorción del calcio.

El Cobre (Cu)

El cobre se encuentra en todos los tejidos del cuerpo. Ayuda en la formación de hemoglobina y glóbulos rojos, facilitando la absorción del hierro, y ayuda en la conversión de un aminoácido en un pigmento oscuro que da color a la piel y al cabello. Una gran cantidad de molibdeno, zinc o azufre en la dieta es antagonista al cobre, teniendo un efecto adverso en su formación.

El Cromo (Cr)

El cromo cuando forma complejos, como el Factor de Tolerancia a la Glucosa (FTG o GTF, en inglés), sirve para potenciar la efectividad de la insulina, la hormona responsable del metabolismo del azúcar en la sangre.

El Fóforo (P)

El fósforo participa en el metabolismo del calcio y, por lo tanto tiene un papel principal en todos los síndromes que están relacionados con este proceso bioquímico. Está relacionado catalíticamente con las funciones paratiroideas. Su campo de acción es la espasmofilia, la tetania, los problemas vasculares de tipo espasmódicos y determinadas formas de asma espasmódica.

La dosis diaria aconsejada por la » Food and Nutrition Board Research Councir es de 800 mg/día para adultos y niños hasta los 11 años. Se aconseja un aporte mayor desde los 11 hasta los 25 años, porque el fósforo es importante para el buen desarrollo y la funcionalidad de las facultades mentales.

Para recordar: El fósforo es el segundo mineral en abundancia en el cuerpo y se encuentra en todas las células vivas. Implicando en el correcto funcionamiento tanto de músculos como de nervios, colaborando a menudo con el calcio. Un organismo saludable mantiene un equilibrio específico de calcio-fósforo (2 a 1) en los huesos.

El Hierro (Fe)

La cantidad de hierro en el cuerpo humano, bajo forma de hierro hémico, es de 3/4-4 g.
Se distribuye en el cuerpo de la siguiente manera:

  • 70-75% en la hemoglobina;
  • 3-5% en la mioglobina;
  • 20-25% como depósito en el hígado, bazo, médula ósea y ligado a la transferrina;
  • 0/1-0/5% en enzimas intracelulares en circulación ligado a la transferrina.

Sólo una pequeña parte (5-10%) del hierro que tomamos con los alimentos es absorbido por el intestino. Una parte se almacena en el hígado, en la médula de los huesos, y en el bazo como hierro III, en la ferritina, y otra parte en la transferrina, la proteína de transporte, como hierro para la síntesis del heme proteico. El Fe es fundamental para el elevado recambio de la hemoglobina sobre todo en condiciones particulares, como menstruaciones, embarazo y lactancia. Su carencia produce un bajo porcentaje de hemoglobina en la sangre, o sea anemia.

La dosis diaria aconsejada minerales:

10 mg/día para el hombre adulto, de 15 mg/día para la mujer adulta y de 10 mg/día para los niños de 1 a 11 años (Food and Nutrition Board, National Research Council, 1989).

Encontramos el hierro en todas las carnes rojas, el hígado, las legumbres, los crustáceos y la fruta seca.

Está indicado en las anemias, en los problemas menstruales, en los casos de dificultad de aprendizaje infecciones, embarazo y mala nutrición.

Minerales para recordar:

La principal función del hierro es la de actuar junto a las proteínas y el cobre en la colaboración de hemoglobina, el pigmento transportador de oxígeno que se encuentra en los glóbulos rojos. La vitamina C incrementa la absorción de hierro mediante el cambio del mismo a una forma más fácil de usar por el organismo.

El Magnesio (Mg)

El magnesio está presente en grandes cantidades en nuestro organismo. Más de la mitad se encuentra en los huesos; el resto se encuentra sobre todo en los líquidos intracelulares de los tejidos.

Es el cofactor de todos los enzimas que utilizan ATP u otros nucleótidos trifosfatados en la transferencia del grupo fosfato. Participa como regulador del metabolismo de los carbohidratos, de las proteínas, de los ácidos nucleicos y, junto con el calcio, fosfato y vitamina D, influye en el metabolismo de los huesos. Es importante para la transmisión neuroquímica y su carencia produce alteraciones en el humor.

El magnesio puede inhibir la ATPasa del músculo y la liberación de acetilcolina, produciendo una depresión de la función neuromuscular. Una carencia de Mg produce mayor riesgo cardiovascular y de osteoporosis. Las dosis aconsejadas son de 350 mg para varones adultos, 280 mg para mujeres y 120-1 70 mg para niños hasta los 11 años. El magnesio se encuentra en: nueces, sésamo, almendras, cacahuetes, pistachos, cacao, levadura, cereales integrales, verduras verdes.

El magnesio está presente sobre todo en forma de sal (aspartato, citrato, lactato, orotato) y como ion inorgánico en la clorofila.
Es útil para las alteraciones del humor, en los síndromes premenstruales, irritabilidad, hipertensión y otras alteraciones cardiovasculares.

Para recordar: Por lo menos la mitad del magnesio de nuestro cuerpo está combinado con calcio y fósforo en los huesos. El resto está en los glóbulos rojos, músculos y otros tejidos blandos. El magnesio está relacionado con la contracción muscular y el funcionamiento nervioso.

El Manganeso (Mn)

El manganeso es un importante activador de muchos sistemas de enzimas, y forma parte de ellos. Juega un papel importante en la síntesis de proteínas y metabolismo de ácidos grasos, siendo necesario para el desarrollo normal del esqueleto y la actividad de la glándula pituitaria.

El Molibdeno (Mo)

El molibdeno es un oligoelemento que actúa como cofactor en muchos sistemas enzimáticos. También interviene en el papel fisiológico de los aminoácidos que contienen azufre.

El Sodio (Na) y El Potasio (K)

El sodio y el potasio están implicados en el equilibrio de fluidos del organismo. El potasio se encuentra principalmente dentro de las células y el sodio predominantemente en los líquidos fuera de éstas. Junto con el calcio y magnesio, el equilibrio entre estos electrolitros juega un papel importante en la salud cardiovascular.

El Selenio (Se)

El selenio es un oligoelemento que actúa sinérgicamente con la vitamina E. Como constituyente de la glutatión-peroxidasa, una enzima antioxidante, el selenio neutraliza los radicales libres, antes de que puedan dañar los tejidos corporales.

El Yodo (I)

El yodo es un componente esencial de la hormona tiroidea, tiroxina, que regula las reacciones metabólicas, involucradas en la oxidación.

El Zinc (Zn)

Desde siempre se conoce su importancia en el reino vegetal y animal. Una carencia de Zn produce una deficiencia de la actividad enzimática en el terreno y en los tejidos animales. En efecto, hoy sabemos que el Zinc es un oligoelemento indispensable implicado en la actividad de más de 200 metalo-enzimas y de factores de trascripción.

Entre los enzimas más importantes tenemos: la anhidrasa carbónica, las carboxipeptidasas A y B, la Cu-Zn superoxidismutasas, la fosfatasa alcalina, la glutation transferasa, las RNA y DNA-polimerasas, la lactatodeshidrogenasa y la alcohol deshidrogenasa. El organismo posee una reserva de este metal bajo forma de melantioneína, la proteína que fija el Zinc en gran cantidad.

El Zinc protege las células contra estrés producido por la oxidación; es necesario para el metabolismo del selenio y de la vitamina E, que son importantes factores antioxidantes. Hace disminuir la absorción de oligoelementos pro-oxidantes, como el hierro y el cobre.

Participa en la síntesis de las proteínas del DNA y del RNA, responsables de la reproducción, la fertilidad, la multiplicación celular y la cicatrización. Contribuye, además, a la síntesis de prostaglandinas y de otras hormonas.

La carencia de zinc lleva a una disfunción generali zada de todos los aparatos, especialmente del sistema inmunitario, endocrino y de la reproducción. La dosis diaria aconsejada para el hombre adulto es
da 15 mg/día y de 12 mg/día para una mujer adulta; para los niños de 1 a 11 años es de 10 mg/día. El Zinc se encuentra en: moluscos, crustáceos, carnes rojas, soja, nueces, legumbres, levadura, semillas de girasol y calabaza.

Es útil para: acné, alopecia, dermatitis,enfermedades crónicas degenerativas, reducción de las defensas inmunitarias, retraso en la madurez sexual y del esqueleto, alcoholismo, retraso de cicatrización de las heridas, alteraciones del comporta miento y embarazo.

Minerales para recordar:

El zinc es un oligoelemento de gran importancia en el sistema inmunitario, y es componente de muchos sistemas enzimáticos. Es también un constituyente de la insulina y del esperma. Si hubiera una alta ingestión de calcio o de ácido fítico, encontrado en ciertos granos, habría una mayor necesidad de ingestión de zinc.

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