Osteoporosis: Patología Osteo Articular

La osteoporosis una enfermedad metabólica degenerativa que se caracteriza por una pérdida de la masa ósea, unida a alteraciones en la microarquitectura y deterioro del tejido óseo, así como a una merma de su resistencia mecánica.

La pérdida de la masa ósea característica de la osteoporosis, es el resultado del predominio de la destrucción sobre la formación del hueso. Ello va a ocasionar fragilidad del hueso y consecuentemente un incremento en el riesgo de fracturas. Las fracturas más típicas son la vertebral y la de cadera.

Incidencia

75 millones de personas sufren osteoporosis sólo en Europa. En España en la actualidad, tres millones la padecen. Afecta a una de cada dos mujeres después de los 50 años y a un hombre de cada ocho. Se calcula que 200 millones la padecen en todo el mundo. Para el año 2020 estas cifras se habrán duplicado.

Las fracturas por osteoporosis producen en Europa -excluyendo Rusia- un gasto de 10.000 millones de dólares anuales. Sólo en España estas fracturas ocasionan 31.000 intervenciones quirúrgicas, el implante de 10.000 prótesis y la ocupación de 2.100 camas hospitalarias. Las probabilidades de fractura aumentan con la edad y según las previsiones de la Comisión Europea, se calcula que una de cada dos mujeres blancas sufrirá un episodio osteoporótico a lo largo de su vida.

Se calcula que en España el gasto asistencial producido por la osteoporosis es de 41.000 millones de pesetas.

Etiología

Las causas de la osteoporosis son diversas y casi siempre complejas, pero existen dos factores determinantes para que se desarrolle osteoporosis: el primero se relaciona con el máximo de masa ósea alcanzada en el período de consolidación, y el segundo con el tanto por ciento de pérdida a partir de este punto máximo.

En el caso de la forma más frecuente, la osteoporosis posmenopáusica, la causa primaria es la deficiencia de estrógenos y progesterona.

El efecto de la edad sobre el metabolismo del calcio en la mujer está sujeto a cambios dramáticos. Las mujeres sanas antes de la menopausia experimentan la misma pérdida en su masa ósea que los hombres, pero en las proximidades de la menopausia el metabolismo del calcio cambia considerablemente, superponiendo a la pérdida propia de la edad, un recambio (ciclo formación-destrucción) acelerado, que va a originar una pérdida de hueso cortical del 2 al 3% por año.

El grado de pérdida de hueso en el hombre a medida que transcurre la edad, es pequeño: aproximadamente del orden del 3 al 5% cada diez años, lo cual explica la baja incidencia de fracturas osteoporóticas en el varón. Sin embargo, un máximo de masa ósea poco elevado y una vida larga pueden llevarle a un estado de osteoporosis.

Clínica

Suele cursar de modo silente, no presenta síntomas, de forma que es casi imposible el diagnóstico precoz. El único aviso es la fractura y para entonces, ya es tarde. Las fracturas vertebrales se caracterizan por el aplastamiento de las vértebras en especial las de la zona dorso-lumbar, la parte de los riñones. Las molestias y dolores pueden dejar incapacitada a la mujer. Cuando las fracturas son múltiples se produce la cifosis dorsal o joroba. Esta disminuye la capacidad de la caja torácica y, por tanto, la función respiratoria.

La principal fractura es la de cadera; en España se producen al año unas 33.000 y se estima que un tercio de los pacientes mueren al cabo de un año y otro tercio queda inválido. Otras fracturas pueden estar localizadas en el húmero, la tibia, la pelvis y las costillas.

Diagnóstico

El diagnóstico se hace mediante la densitometría. Es una prueba indolora que mide exactamente el contenido mineral en el hueso. Otro modo de diagnosticar la enfermedad es la radiografía, pero únicamente la refleja cuando la pérdida de masa ósea es superior al 30%.

Tratamiento de la osteoporosis

El objetivo principal en el tratamiento de la osteoporosis es la prevención de la pérdida ósea para evitar el riesgo de fracturas debidas a la mayor fragilidad y a una menor resistencia ósea. Otros objetivos no menos importantes de dicha terapia son la recuperación de la masa ósea una vez perdida y aminorar el dolor y las molestias que surgen de las fracturas óseas en pacientes con osteoporosis declarada.

Dieta y ejercicio físico

La alimentación y la actividad física desempeñan una función vital en la salud ósea. Es importante recordar que muchos alimentos (o no alimentos) pueden perjudicar enormemente a las hormonas y a los huesos. Introducir los cambios dietéticos recomendados o al menos tender a ello, puede reducir drásticamente la posibilidad de perjudicar más al organismo. Esto es aplicable no sólo a los problemas asociados con la menopausia.

En general, la dieta deberá ser rica en todos los nutrientes esenciales y en fibra. Las frutas y verduras representan una estupenda fuente de vitaminas y minerales, así como de fibra (no excederse con el consumo de fibra ya que puede interferir en la absorción mineral). Las verduras son especialmente importantes por contener muchos de los minerales que faltan en la dieta media occidental, como zinc y magnesio. Serán también muy útiles los cereales integrales por su riqueza en complejo B, minerales y ácidos grasos esenciales.

El consumo de carne roja no es aconsejable en las mujeres menopaúsicas, pero no hay necesidad de hacerse vegetariana en esta época de la vida. Por el contrario, ciertos tipos de pescado tienen propiedades beneficiosas (riqueza en ácido grasos esenciales como el eicosapentaenoico en el salmón, caballa, sardina, bacalao… y también de vitamina D en atún y arenque).

También será más recomendable el consumo de aves como pollo y pavo que el de carnes rojas. Reducir al máximo las grasas saturadas pero tener en cuenta que los bajos niveles de grasa en personas asténicas disminuyen las bases para la síntesis de estrógenos y progesterona.

Factores que contribuyen al desarrollo de la osteoporosis:

Un elevado aporte de azúcar y sal favorece la pérdida de masa ósea tanto como el abuso del café y bebidas carbónicas. Según estudios recientes se confirma que si se condimentan las comidas con cantidades excesivas de sal, la eliminación del calcio puede triplicarse. A su vez se cree que tres tazas de café al día aumentan en un 80% el riesgo de padecer osteoporosis, mientras que las mujeres que beben refrescos carbonatados con regularidad tienen más probabilidades de sufrir fracturas óseas después de cumplir los cuarenta años de edad.

Asimismo no debe excederse con el consumo de proteínas ya que los niveles elevados de amoníaco, procedentes del catabolismo de las proteínas, inhiben la reabsorción de calcio por los riñones. No ingerir leche en exceso, ya que el aporte en exceso de calcio provocará un disbalance mineral perjudicial para el sistema óseo y otros órganos.

Los antibióticos de amplio espectro tienen un impacto negativo sobre la flora intestinal y sobre la formación de vitamina K, nutriente vital para la osteosíntesis. Los glucocorticoides no sólo afectan a la absorción de calcio, sino que impi¬den también la maduración de los osteoblastos.

El tabaquismo favorece la osteoporosis mediante dos mecanismos: por un lado, la nicotina suprime la producción de estrógenos y, por otro, se afecta la eliminación de C02 a través de los pulmones. El elevado contenido de C02 en san¬gre aumentará la pérdida de calcio por los huesos.

Por último se recomienda evitar totalmente el alcohol, y la vida sedentaria (existen ejercicios recomendados para prevenir la pérdida de masa ósea). La práctica de ejercicio, junto con la ingestá adecuada del mineral calcio, se ha demostrado que aumenta notablemente la densidad ósea.

Protocolo de suplementación de la osteoporosis

La osteoporosis es un proceso por el cual los huesos se vuelven porosos y frágiles. Se ha confundido a veces con otro trastono llamado osteomalacia. La osteomalacia consiste en un reblandecimiento de los huesos causado por falta de calcio.

Numerosas personas creen equivocadamente que la osteoporosis también está causada por una deficiencia de calcio, ya que este ha sido el «santo y seña» en la publicidad y educación en tomo a la osteoporosis. Lo cierto es que el tejido óseo humano está formado por muchos constituyentes distintos.

El calcio es el mineral que más abunda en el hueso, pero éste también necesita otros minerales (fósforo, magnesio, silicio y zinc), además de elementos no minerales. Si se producen deficiencias en cualquiera de estos o de los otros componentes minerales, el hueso se debilita.

Las sustancias no minerales del hueso forman la matriz del hueso. Esta matriz sirve, podríamos decir, de pegamento para unir los minerales, por lo tanto serán igualmente vitales para la correcta salud ósea (p.ej.: vitamina C, ácido fólico, vita¬mina B6).

Calcio

Este mineral resulta indispensable en una gran variedad de funciones: coagulación sanguínea, contracción muscular, trasmisión del impulso nervioso, procesos glandulares y por supuesto, principal componente mineral del hueso.

Cuando existen niveles bajos de calcio, el organismo tiene dos formas de restaurar la homeostasis: mediante la absorción por el aporte dietético o por la reabsorción ósea (liberación del calcio de sus depósitos en el hueso).

Se ha comprobado que las mujeres postmenopaúsicas suelen tener un nivel de acidez gástrica demasiado bajo. Esto implica una menor absorción de calcio. Las prioridades en el caso de la mujer menopaúsica son dos: en primer lugar, buscar las formas de calcio más fácilmente soluble, en segundo lugar se deben solucionar los problemas digestivos que pueda tener.
El citrato cálcio es uno de los mejor asimilados.

Cualidades:

1ª Ya se encuentra en forma soluble y organicamente quelada.
2ª Según la investigación, las mujeres con escasa acidez gástrica pueden absorver más del 40% del calcio del citrato cálcico.
3ª El citrato cálcico tiene muy bajo riesgo de formar cálculos renales.
4ª Posee una buena relación calidad-precio.

En el esquema inferior se relacionan los distintos porcentajes de absorción aproximada con la forma de presentación del mineral (se toma como referencia el calcio y resultará una valoración adecuada para el resto de los minerales):

Forma mineral porcentaje de absorcion aproximada

Aminoquelado (método Albión) 60-80%
Glicinato 60-70%
Picolinato 60-70%
Citrato 45%
Carbonato 15-20%
Óxido 5-10%
Fosfato 5-10%
Sulfato 5-10%

Orotatos: La unión entre ácido erótico y mineral es muy débil, por ello tan pronto como contacta con el HCL (ácido del estómago) se disocian. En los EEUU se considera poco estable como agente quelante.

Magnesio:

Indispensable para el correcto metabolismo del calcio. Actua sobre las hormonas que regulan los niveles de calcio en el organismo. Facilita la conversión de la vitamina D en su forma activa (1,25 dihidroxicolecalciferol). Ejerce un efecto protector sobre el sistema cardiovascular.

Boro:

Aumenta la actividad de una de las formas de estrógenos (estradiol) en las mujeres postmenopaúsicas. Aumenta la retención de minerales relacionados con los huesos, como el calcio y el magnesio.

Al parecer este mineral también es necesario para que la vitamina D se transforme en su versión activa (1,25-dihidroxivitamina D3) en los riñones.

Precauciones: Si ya se está tomando una formulación que contenga Boro evitar suplementarlo adicionalmente de forma individual.

Ipriflavona:

Es un derivado de las isoflavonas sintetizado orgánicamente. El término sintetizado implica que la ipriflavona no existe en la naturaleza, lo que es cierto en parte ya que ha sido identificada sólo en cantidades traza en el propóleo y en ciertas plantas.

La ipriflavona, químicamente conocida como 7-isopropoxy-isoflavona, fue desarrollada a finales de los años 60. Inicialmente se utilizó como aditivo alimentario de uso veterinario, pero los investigadores de un laboratorio húngaro se sorprendieron de algunos resultados obtenidos en las pruebas.

Los estudios han demostrado que inhibe la destrucción del hueso mediante la activación de los receptores de ipriflavona, en la superficie de las células osteoclásticas (estos receptores de la Ipriflavona todavía no han sido identificados en las células osteoclásticas humanas).

Parece que también aumenta el crecimiento óseo, tanto al acelerar la actividad de los osteoblastos, como aumentando la producción de la proteína de la matriz ósea.

Promueve la reparación de fracturas en huesos largos como los de las piernas, mediante la transformación de ciertos tipos de células de la médula ósea en osteoblastos. Asimismo, reduce la frecuencia de fracturas óseas.

Beneficios:

Parece que promueve la secreción de calcitonina (principal hormona en la construcción ósea). Se ha demostrado que la suplementación de Ipriflavona es más eficaz que la suplementación con calcitonina, en el estímulo del crecimiento óseo.

Trabaja primordialmente sobre el tejido óseo y no en otros órganos, por lo tanto, no tiene efectos secundarios que poseen los esVÓgenos, tales como el aumento del riesgo de sufrir cáncer uterino.

A menos cantidad de estrógeno, menor riesgo de efectos secundarios pero también menor eficacia de la terapia de sustitución hormonal. En un estudio publicado en la prestigiosa revista Osteoporosis Intemational Joumal, los investigadores encontraron que la administración de Ipriflavona con cantidades muy bajas de estrógenos, aumentaba la masa ósea sin los efectos asociados a la terapia de sustitución esVOgénica convencional.

Conclusión:

Los estudios son claros y demuestran que la ipriflavona puede prevenir y tratar la osteoporosis sin los efectos secundarios de los medicamentos convencionales. Además, la ipriflavona no sólo previene la destrucción del hueso sino que fomenta la formación ósea. Otro punto positivo es que la ipriflavona disminuye el dolor agudo y crónico asociado con la osteoporosis.

Debido a su actividad mimética a los estrógenos, ayuda a minimizar los sofocos asociados a la menopausia, previene la hipercolesterolemia asociada a la deficiencia estrogénica e incluso incrementa el sistema inmunológico.

La ipriflavona en combinación con Calcio (en una dosis entre 500-1000 mg/día) ha mejorado dichos efectos. Los estudios han demostrado que la ipriflavona administrada conjuntamente con la vitamina D, ayudan a reducir la pérdida de hueso postmenopaúsica mejor que cualquiera de estas sustancias por separado. También nos resultará útil la suplementación combinada con: Isoflavonas, Magnesio, Vitamina K, Boro, Zinc, Cobre, Sílice y Vitamina C (alcalina).

Precauciones:

El total de 60 estudios clínicos realizados en Italia, Japón y Hungría sobre 2.769 personas demostraron la ausencia de efectos secundarios relevantes por su uso. Los escasos efectos que fueron relatados se refieren a síntomas gastrointestinales. Existe la posibilidad de que estos efectos fueran causados por la combinación con el calcio, más que la ipriflavona propiamente. Los síntomas relatados eran: hinchazón abdominal, estreñimiento. Efectos bien conocidos de la suplementación con calcio.

Pero hay que informar de un efecto: la ipriflavona puede elevar ligeramente y de forma transitoria las enzimas hepáticas, asimismo puede tener algún efecto en la capacidad del cuerpo para metabolizar ciertas sustancias (medicamentos). Lo cierto es que tanto si se está ingiriendo ipriflavona como si no, es muy importante mejorar la función hepática si se esta consumiendo cualquier fármaco.

Se recomienda realizar analíticas sanguíneas para controlar los parámetros hepáticos en pacientes con tratamiento de larga duración o combinado con otras terapias. Asimismo resultarán útiles los siguientes protectores hepáticos: NAC, ácido alfa lipoico, vit. C, cardo mariano, etc. combinados con la terapia propuesta.
Vitamina D (Natural)

Mejora la absorción de calcio en el intestino delgado. La vitamina D se fabrica en nuestro en organismo gracias a la acción de los rayos ultravioletas (UVA) sobre el colesterol de nuestra piel por lo que una exposición al sol moderada siempre será conveniente. En los suplementos la vitamina D natural es extraída de hígado de pescado.

Multinutriente:

Suplemento multivitamínico-mineral que contenga: complejo B (mín. 50 mg), vitamina D, zinc (mín. 15 mg), manganeso, molibdeno, beta caroteno, vitamina E, bioflavonoides y selenio entre otros. Es la base para cualquier programa nutricional y representa un seguro general como suplemento a la dieta, aportando un amplio espectro de nutrientes esenciales.

Cobre:

Ciertas enzimas que intervienen en la síntesis del colágeno precisan del mineral cobre, elemento traza que es necesario en el metabolismo óseo. Su deficiencia provocará un aumento de la reabsorción ósea que conducirá a una densidad mineral ósea menor y a un aumento de la probabilidad de fracturas.

Según las investigaciones, la deficiencia de cobre exacerba las anormalidades en el metabolismo óseo, especialmente en mujeres postmenopaúsicas.

Zinc:

Mineral esencial en la formación ósea. Se ha demostrado una relación directa entre su ingesta y la densidad mineral ósea en mujeres premenopáusicas. La importancia de este mineral, para desarrollar un crecimiento óseo correcto, resultará vital durante la adolescencia.
Precauciones: No ingerir más de 100 mg/día en el total de los suplementos.

Vitamina K:

Esta vitamina juega un papel determinante en la calcificación y su ingesta influye en la densidad mineral del hueso, así como en la excreción del calcio. La principal proteína no colágena presente en los huesos es la osteocalcina. Esta proteína depende de la vitamina K para transformarse en su forma activa, mediante un proceso denominado carboxilación. La vitamina K es necesaria para que la osteocalcina pueda quelar el calcio e introducirlo en los huesos. Por tanto, la deficiencia de dicha vitamina, puede ocasionar una deficiente mineralización del hueso, debido a la inadecuación de los niveles de osteocalcina. La fitonadiona es una versión hidrosoluble de la vitamina K natural altamente tolerable.
Precauciones: Evitar su suplementación (especialmente con la forma sintética de la vitamina K) si se está siguiendo un tratamiento anticoagulante.

Ácidos Crasos Esenciales:

Aumentan la absorción intestinal de calcio (en parte por la potenciación del efecto de la vitamina D), reducen la excreción urinaria de calcio, aumentan la deposición de este en el hueso, aumentan la resistencia ósea y potencian la síntesis del colágeno óseo, mientras que reducen la calcificación ectópica. Los Omega-3 (EPA) se han demostrado más potentes que los Omega-6 (GLA) en todos estos beneficios, pero convendrá ingerirlos combinados ya que ambos se complementan y potencian mutuamente.

Precauciones:

Se recomienda incrementar el consumo de vitamina E para evitar la oxidación de los AGEs.

Complejo B:

Muchas de las vitaminas B desempeñan un papel importante en la menopausia así como en la osteoporosis.

Vitamina B5 (Ácido Pantoténico):

«Nutriente antiestrés». Bajos niveles de esta vitamina pueden atrofiar las glándulas suprarrenales. Si las glándulas suprarrenales sufren, se verá afectada la producción de estrógenos suprarrenales.

Ácido Fólico, Vitamina B6 y Vitamina B12:

Serán necesarias para fabricar adecuadamente la matriz no mineral del hueso. Reducen el nivel de homocisteína con lo que disminuye el riesgo cardiovascular. La hiperhomocisteinemia ha sido relacionada, como hemos visto en el apartado anterior, con el desarrollo de aterosclerosis e incluso parece que debido a que interfiere con el metabolismo del colágeno puede jugar un papel determinante en el desarrollo de osteoporosis.

Precauciones:

Siempre que se suplemente con alguna de las vitaminas del complejo B, de forma individual y durante períodos prolongados, se debe acompañar de un complejo B general para evitar desequilibrios. A la hora de calcular la dosificación del complejo B a administrar, se debe también tener en cuenta la cantidad incluida en la formulación multinutriente.

Las formas «megasorb» aportan la vitamina más la coenzima. La coenzima es la forma útil para el cuerpo. Esto nos asegura que si el paciente tiene una conversión pobre, al menos tenga un aporte de coenzima activa. Además, ésta coenzima facilita que la vitamina se transforme a su vez en más coenzima activa que es la forma útil para el organismo. Por ejemplo, en el caso de la vitamina B 12 su enzima es la dibencozide. Esta presentación normalmente está especialmente recubierta para proteger a las coenzimas de la destrucción producida por los ácidos del estómago.

Manganeso:

Los niveles séricos de este mineral se encuentran disminuidos en los pacientes osteoporóticos.

Sílice (orgánico):

Una de las fuentes más adecuadas de silicio es el sílice orgánico. El silicio colabora en la síntesis del colágeno y por lo tanto en la formación de tejidos corporales que precisen de cierta dureza y consistencia: huesos, tendones, cartílago, tráquea, piel, uñas, cabello, córnea, esclerótica, tejido conectivo, etc. Es un mineral que fortalece los huesos (aumenta la densidad ósea al aumentar notablemente la absorción y fijación natural del calcio y del fósforo en los huesos y articulaciones) y las arterias. Su deficiencia produce una formación ósea anormal. Una buena fuente de sílice orgánico es la proveniente del polvo de Alga roja (Lithothamnium calcareum), aportando aproximadamente un 46% de silicio elemental.

Precauciones: Es recomendable fijarse en el etiquetado para distinguir si se aporta sílice o silicio elemental y calcular de forma correcta la dosificación.

Vitamina C:

Necesaria para producir colágeno. Vital para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Potente efecto antioxidante. Será más conveniente administrarla en su versión alcalina (ascorbato de calcio o Ester-C).

Isoflavonas de Soja:

En los casos en los cuales el cuerpo no produce suficiente estrógeno, como en las mujeres menopaúsicas y postmenopaúsicas, el aporte fitoestrogénico, por medio de las isoflavonas de la soja, nos aporta una actividad estrogénica de sólo 1/1.000 de la actividad del estrógeno. Por lo tanto puede servimos como un aporte suave, sin los efectos secundarios consabidos de la terapia hormonal (habitualmente utilizada para evitar la pérdida de masa ósea).

Existen abundantes evidencias epidemiológicas que señalan el hecho de que las mujeres asiáticas, las cuales consumen una dieta rica en isoflavonas de la soja, tienen una menor incidencia de síntomas menopaúsicos que las mujeres occidentales. Además, según resultados confirmados en animales, la suplementación con proteína de soja inhibe el aumento relacionado con la edad de la hormona paratiroidea (hormona responsable de la reabsorción del calcio del hueso).

Vitamina E (Natural):

La vitamina E natural (d-alfa tocoferol) mejora los síntomas vasomotores (sofocos…) en la menopausia. Mejora la circulación y el sistema cardiovascular en general. Reduce la excesiva coagulabilidad sanguínea. Se puede utilizar de forma intravaginal (supositorios, pomadas) para aliviar la atrofia vaginal. Potente antioxidante general (ideal combinado con selenio).

Bioflavonoides (Cítricas):

Mejoran la integridad de la matriz no mineral de los huesos. También alivian los síntomas vasomotores de la menopausia y mejoran la integridad vascular. Aumentan la actividad de la vitamina C.

Fitoestrógenos:

Como por ejemplo los aportados por: Sauzgatillo, Cimífuga, Dong Quai, etc. En los casos en los cuales el cuerpo no produce suficiente estrógeno, como en las mujeres menopaúsicas y postmenopaúsicas, el aporte fitoestrogénico de dichas plantas nos aporta una actividad estrogénica de sólo 1/400 de la actividad del estrógeno. Por lo tanto, puede servimos como un aporte suave sin los consabidos efectos secundarios de la terapia hortnonal.

Betacaroteno (Natural):

Efecto antioxidante y pro-vitamina A, sin los riesgos de la suplementación con vitamina A propiamente. Una de las mejores fuentes naturales de beta-caroteno, que además aporta otros carotenoides, es el alga marina Dunaliella salina; otra opción saludable que aportará una mezcla de carotenoides naturales es el aceite de palma, finalmente está el aceite de zanahoria pero este tan sólo aportará betacaroteno.

Suplementos-dosificaciones recomendadas:

Esencial
Calcio (citrato): 800-1.OOOmg/día.
Magnesio (citrato): 400-SOOmg/día.
Boro: 1,5-3 mg/día (no exceder esta dosis).
Ipritlavona: 600 mg/día.
Vitamina D (natural): 400 U.L/ día.

Muy importante
Multinutriente (de alta potencia): según etiquetado.
Cobre: 1-3 mg/día.
Zinc: 20-60 mg/día.
Vitamina K (Gtonadiona): 80-100 mcg/día, con las comidas.
Á cido eicosapentaenoico (EPA): 600-1.600mg/día.

Importante
Complejo B (de alta potencia y biodisonibilidad): 2 comprimidos/día.
Manganeso: 10-40 mg/día.
Sílice: 55-110 mg/día (46% de silicio elemental).
Vitamina C (alcalina): 500-3.000 mg/día, repartidos en varias tomas.
Á cido gamma-linolénico (GLA): 150-300mg/día.

Recomendable
Isotlavonas de soja (total de genisteína, daidzeína, gliciteína y respectivos glucósidos): 50-100 mg/día.
Vitamina E (natural): 400-800 U.L/día.
Bioflavonoides (cítricos): 100-SOOmg/día.
Fitoestrógenos: según etiquetado.
Betacaroteno (natural): 15 mg/día.

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