Aparato digestivo e Intestinal: problemas

El desequilibrio del aparato digestivo (disbiosis) puede ser ocasionada por diversos factores y generar síntomas digestivos que pueden ser muy molestos.

La flora bacteriana saprofita puede actuar sobre los microorganismos patógenos en tránsito, impidiendo su colonización mediante diversas estrategias:

  • Sustrayendo a los gérmenes patógenos el material de sustento, ya que utiliza componentes del substrato esencial para su desarrollo, sustancias prebióticas.
  • Por resistencia logística; o sea ocupando los sitios donde se fijan.
  • Creando un substrato desfavorable para el desarrollo del microorganismo invasor.
  • Produciendo sustancias antibacterianas.
  • Produciendo sustancias que vuelven inactivas las endotoxinas.

La perturbación del ecosistema intestinal genera un estado de disbacteriosis, o sea que se produce una variación en la composición de la flora bacteriana y un desequilibrio entre los distintos grupos microbianos.

Complicaciones y posibles causas en el aparato digestivo

Si la microflora intestinal útil no logra defenderse más y convivir con especies microbianas dañinas, estas se pueden volver predominantes y pueden ocasionar efectos perjudiciales para la salud del organismo huésped. Por ejemplo, una prolongada terapia con antibióticos puede suprimir la microflora endógena y permitir la multiplicación de Clostridium difficile.

A esta situación, especialmente si se prolonga por largo tiempo, se pueden asociar deficiencias polivitamínicas, dolores abdominales, irregularidad intestinal, estreñimiento, diarrea, flatulencia, mal aliento, mala absorción, depresión de las respuestas inmunitarias con consiguiente aumento de la posibilidad de contraer infecciones.

Entre las causas directas de un desequilibrio intestinal encontramos la alimentación incorrecta, pero también las terapias prolongadas con antibióticos o con quimioterapia, la radioterapia, las enfermedades crónicas degenerativas y las infecciones intestinales.

Podemos mencionar distintas causas indirectas, pero todas producidas por el estrés.

Nadie puede negar la indivisibilidad entre cuerpo y psique. Y esto es evidente en las partes de nuestro organismo que desarrollan funciones esenciales y sobre las cuales nuestra voluntad resulta impotente: respiración, circulación y digestión. Estas funciones son reguladas por el sistema neurovegetativo, sensible a las estimulaciones psíquicas.

Las reacciones psicosomáticas del aparato digestivo constituyen la expresión de un estado de sufrimiento emotivo y, a menudo, son la consecuencia del trabajo frenético, que no permite un adecuado descanso, o de fuertes emociones.

También los cambios bruscos de temperatura pueden causar estrés digestivo, o los viajes largos y agotadores, o sea cuando nuestro organismo está obligado a adaptarse en breve tiempo a nuevas situaciones. Todo esto se repercute directamente sobre el sistema neurovegetativo y, por lo tanto, sobre todo el proceso digestivo que éste regula.

Las ventajas de una mono-administración

Tomar un complemento de vitaminas y prebióticos con fermentos lácticos vivos, no modificados genéticamente, conforme a la directiva Europea 90/220/CEE, provenientes de especies seleccionadas, seguras, registradas y presentes en el listado americano CRAS (Cenerally Recognized as Safe), combinados con sustancias prebióticas (inulina, fructoligosacáridos y harina de cebada), significa tener a disposición una eficaz arma de defensa (prevención) y de ataque contra numerosas patologías que aquejan al hombre.

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