Aromaterapia con aceites esenciales

La aromaterapia nos puede ayudar mucho, tanto en la prevención como en la consecución del estado de equilibrio que es la salud, pero en algunos casos, puede ser peligroso automedicarse, por lo que en enfermedades, síntomas o circunstancias graves, es imprescindible consultar a un profesional de la salud cualificado.

En enfermedades graves es imprescindible seguir la guía del médico antes de realizar cualquier tratamiento complementario, aunque sea natural.

¿Cómo se emplea la aromaterapia?

No es conveniente usar aceites esenciales puros directamente sobre la piel, sino que es mejor diluirlos siempre en un aceite vegetal u otro vehículo, como cremas, geles, etc. Los aceites esenciales de lavanda y del árbol del té (o “tea tree”) son bastante seguros como excepciones a esta regla.

Hay otras dolencias, como la migraña, donde no es conveniente emplear la aromaterapia y el masaje a las personas que la padecen y, por supuesto, no aplicar jamás en ojos o zonas sensibles del cuerpo. No debe aplicarse masaje directamente en infecciones de la piel, picaduras o mordeduras inflamadas, varices, fracturas recientes o tejidos rotos, quemaduras, inflamaciones agudas, fiebre. Si los aceites esenciales no se ingieren, carecen de toxicidad en las dosis en que normalmente se trabajan.

Que debemos evitar

Los únicos problemas que hay que evitar son:

  • Irritación: esta se produce, generalmente, porque se emplean sin diluir.
  • Sensibilización: por uso repetido, si se emplean sin diluir o son esencias de poca calidad o sintéticas.
  • Foto sensibilización: los aceites esenciales de cítricos, principalmente, al aplicarse en la piel y recibir los rayos ultravioleta, pueden producir este tipo de problema. Es conveniente no tomar el sol después de un tratamiento, esto incluye los rayos UVA, o hacer los tratamientos hacia la tarde – noche pueden paliar este problema.

¿Cómo se usan los aceites esenciales en aromaterapia?

Generalmente, diluimos los aceites esenciales en un aceite vegetal, para conseguir un producto que permite el masaje y reduce la posibilidad de irritación que tienen algunos aceites esenciales.

Masaje

Los más empleados son el de almendras dulces, coco, sésamo, aguacate, germen de trigo, avellana, jojoba y rosa mosqueta. Otros, como el de girasol y la soja, son, para mi gusto, demasiado secos y menos untuosos. El de oliva es excelente, pero tiene un fuerte olor que puede resultar desagradable en la piel y la ropa.

Los aceites vegetales se extraen por presión de semillas oleaginosas, mientras que los aceites esenciales se obtienen por destilación al vapor de agua. Por ello son diferentes, con propiedades distintas, características distintas y no deberemos confundirlos, aunque a ambos se les llame “aceites”.

En aromaterapia nunca deben usarse aceites minerales (parafina, vaselina, aceite mineral, son algunas denominaciones). Los aceites minerales, obtenidos por la destilación del petróleo, son sustancias que se sospecha pueden producir cáncer de piel, pero, en cualquier caso, la naturaleza química de sus moléculas, muy grandes, impide que penetre en el interior de la piel.

Aceites esenciales en aromaterapia

En Aromaterapia se busca que el aceite, junto con los aceites esenciales, penetren en el interior, por lo cual, a nivel internacional, ninguna de las escuelas serias que trabajan aromaterapia recomienda el uso de este tipo de sustancias en sus tratamientos. Las cantidades de aceite esencial en las mezclas seguras oscilan entre el 1 y el 3%.

Una forma sencilla de saber la cantidad de aceite esencial a emplear en una fórmula, expresado en gotas, es dividir el volumen de la botella que vamos a emplear para hacer la mezcla, entre dos. Por ejemplo, queremos hacer una botella de 30 mililitros o centímetros cúbicos (que son equivalentes) de aceite para masaje. Entonces, para saber la cantidad de aceite esencial en gotas a emplear, dividimos 30 entre 2, es decir, utilizaremos 15 gotas.

Esta es una fórmula muy sencilla y fácil de recordar y da un porcentaje de aceite esencial seguro para no causar problemas en adultos. En niños, según la edad, emplearemos dosis inferiores para mayor seguridad, según la siguiente dosificación:

  • Menos de 2 años: 1 gota en 30 ml de aceite vegetal (almendras dulces)
  • De 2 a 5 años: 1 a 2 gotas en 10 ml de aceite vegetal
  • De 5 a 12 años: 2 a 4 gotas en 10 ml. de aceite vegetal
  • De 12 en adelante, según lo descrito para personas adultas

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